Revista Universidad de Antioquía
…El “yo comienza a abandonar su lugar para ponerse en el lugar familiar del otro, unidos por la experiencia de la música, por los múltiples descensos antes señalados. En ocasiones, más que la plegaria el señalamiento, el reproche a los “otros” escandalizados ante el brillo de los ojos del hermano, ante la rebeldía de la fuga, de la realidad, de Bach, de Paganini. El cuerpo no está expuesto, es el refugio la casa, la “torre invertida”, o podríamos decir ‚¿”el signo invertido”?: ¿de la escritora, del deseo recuperado? ¿acaso la Virgen sumergida en sus recuerdos?
Francia Elena Goenaga Olivares (Colombia)
Profesora Universidad de los Andes

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